Una de los problemas que nos podemos encontrar una vez entregado un sitio WordPress a nuestro, en este caso vuestro, cliente, es que el hijo del jefe, que sabe un montón de programación y diseño y con una curiosidad insaciable, además de “porquear” los widgets (eso se arregla rápido) al niño le da por hacer dos cosas (porque él leyó un tutorial);
La primera: Entrar en la pestaña Apariencia>Editor y ponerse y borrar añadir líneas de código.
La segunda: “Como había visto que se necesitaba actualizar, he actualizado” “Y tu no sabías que había personalizado algunas cosas corazón?” (lo estoy explicando sin palabras soeces y de buena manera)
Vaya, por que es el hijo del que paga, porque si no es para partirle la cara al niñato de los c…es.
Pues bien, como dice el refrán; ojos que no ven… ¡Y no va a ver nada! Un par de líneas de código nos permitirán frenar las tentaciones del diseñador son estas, que debes de copiar en el archivo wp-config.php en la raíz de tu sitio
//Oculta la opción Editor define('DISALLOW_FILE_EDIT',true); //Oculta que deben de realizarse actualizaciones, ojos que no ven… define('DISALLOW_FILE_MODS',true);
Seguro que os hará alguna otra, pero estas dos no y si lo hace, directamente se le cortan las manos.